miércoles, 14 de noviembre de 2012

SE PASEA EN VALLARTA, UNO DE LOS MAS BUSCADOS POR EL FBI Y LA CORTE DE SAN DIEGO


Por Jorge Olmos Contreras

Uno de los más buscados por la Corte Superior del Condado de San Diego en Estados Unidos, Luis Eduardo Monroy, ha sido visto en repetidas ocasiones en la zona de Marina Vallarta en este centro turístico del pacífico mexicano, sin que al parecer le preocupe una orden de arresto emitida en su contra por las autoridades norteamericanas.

De acuerdo con reportes que llegaron a este medio de comunicación, Luis Eduardo Monroy es muy conocido en Marina Vallarta y en el mundo inmobiliario de Bahía de Banderas y de Puerto Vallarta. Se cree que tiene una residencia en la exclusiva colonia “Colinas de San Javier” en Zapopan o que al menos ha sido visto en esa área residencial de la zona metropolitana de Guadalajara.

Los informes que llegaron al columnista indican que existe una página web en la cual se puede ver el historial de Luis Eduardo Monroy y sus antecedentes como miembro de la banda de “Los Palillos”. El link es el siguiente http://www.amw.com/fugitives/case.cfm?id=71094

Según esa página web de “los más buscados” El 20 de febrero del 2010, el FBI en San Diego emitió una ayuda para localizar a Luis Eduardo Monroy, a quien dibujó como un destacado miembro de “Los Palillos”.

En dicha emisión el FBI comentó que “la policía dijo que esta banda se hizo pasar como policías para secuestrar a empresarios adinerados con el objetivo de financiar su red de narcotráfico ilegal. Indicó que Los Palillos han matado a por lo menos nueve personas  y que estos pandilleros disolvían algunos de los cuerpos de sus víctimas en acido.

A Luis Eduardo Monroy lo presentan como un hombre de raza hispana de 43 años y que fue visto por última vez en Chula Vista, San Diego y que podría estar en el sur de California o en algún lugar de México.

LA HISTORIA

En una nota de un periódico de Tijuana, se informa que “según testimonios ofrecidos a la Corte Superior del Condado de San Diego por fiscales, 17 miembros de la banda usaron métodos de cárteles colombianos y mexicanos para deshacerse de los cuerpos de sus víctimas, ya sea enemigos o personas secuestradas que decidieron asesinarlos.

El Subprocurador Mark Amador presentó estas acusaciones adicionales en una sesión del juicio que se lleva contra de David Valencia y Jorge Rojas López, principales acusados en el caso SCD208824 que se les sigue a los primeros 17, bajo cargos de homicidio, secuestro, conspiración y otros cometidos del 2004 al 2007.

En comparecencias que realizan en la Corte Estatal identifican y además procesan judicialmente a Héctor Altamirano López, Juan Laureano Arvizu, Ernesto Ayón, Jesús López Becerra, Juan Omar Calderón, Juan Francisco Estrada González, Jesús González, Edgar Fausto López, Jorge Rojas López, Jhanmay Molina Pérez, Eduardo Luis Monroy, Jorge Salvador Moreno, José Leonel Olvera Beltrán, Carlos Peña y a David Valencia como miembros adicionales de Los Palillos.

Sin embargo se ubica como cabecillas a Jorge Rojas y a David Valencia como los que ordenaban la destrucción de los cuerpos bajo el uso de ácidos.

"Los Palillos" fue un grupo de pandilleros que operó en el sur de California, que según testimonios de la Procuraduría de ese Estado, fueron empleados en un principio por el Cártel de los Arellano Félix para ejecutar a rivales que cruzaban hacia Estados Unidos con la intención de ponerse a salvo.

También, supuestamente por encargo, realizaron secuestros de empresarios bajacalifornianos que huyeron de la violencia durante la década pasada.

En el 2009 fueron capturados en redadas una veintena de pandilleros y desde entonces se encuentran en diversas prisiones del sur de California.

ATRAPAN A UNO EN MEXICALI

El pasado 18 de mayo de este 2012, el periódico El Mexicano informó que habían arrestado en Mexicali a un peligroso criminal. Se trataba de Jesús López Becerra un sujeto relacionado con el crimen organizado y secuestro, con órdenes de aprehensión en su contra, quien fue detenido por agentes de la Policía Municipal.

El peligroso sujeto se paseaba con toda libertad sobre la colonia Independencia, donde fue capturado después de una investigación preventiva de la Policía Municipal sobre un robo con violencia de una tienda de mascotas.

La pandilla de Los Palillos fue desarticulada en el mes de mayo de 2007, tras una investigación de autoridades estadounidenses. Gerardo López Becerra, alías “El Tita” y Jesús López Becerra, alías “El Topo” fueron acusados de por lo menos seis ejecuciones y secuestro.

Este grupo operaba en Chula Vista, y se dice que a raíz de que los Arellano Félix mataron al hermano de Jorge Rojas, inició una animosidad entre ellos y la Organización Arellano Félix, al grado de que los pandilleros mataban y aterrorizaban a socios, amigos y familiares de los Arellano que cruzaban la frontera con México.

Chula Vista está poblada por inmigrantes mexicanos de clase alta  que han escapado a la violencia de su país mediante el traslado de sus familias al norte de la frontera.  Los policías dicen que estas comunidades también han atraído a grandes y peligrosos traficantes de drogas. Con el tiempo, era literalmente imposible distinguir los millones de dólares invertidos en la mansión de un médico que la de su vecino en el tráfico de drogas.

De hecho, cuando Los Palillos se mudaron a Chula Vista, la policía cree que las familias ricas se convirtieron en blanco fácil de secuestros.

Así sucedió con el empresario Eduardo Tostado, a quien Los Palillos secuestraron y luego el FBI SWAT lo rescató el 16 de junio del 2007

Las autoridades dicen que, aunque Eduardo González Tostado nació en una familia mexicana prominente, el empresario de 32 años de edad creó varias empresas de éxito en ambos lados de la frontera México-Estados Unidos. Desde finales de 1990, la residencia principal de Eduardo ha sido en Chula Vista. Debido a la situación de su familia y estilo de vida lujoso, Eduardo dijo a la policía que optó por vivir al norte de la frontera para minimizar el potencial de violencia en contra de él y su familia.

A pesar de los esfuerzos de Eduardo, los policías dicen que no fue suficiente para mantenerlo a salvo. El 20 de mayo de 2007, el equipo de video vigilancia en la finca de Eduardo captó a un hombre "carcasa". El hombre, posteriormente identificado como Juan "Chaquatin" Laureano-Arvizu, se acercó a varias puertas y ventanas y dejó una nota a Eduardo con un número de teléfono y unas instrucciones.

Eduardo dijo que cuando llamó al número al día siguiente, Arvizu le dijo que él le daría a Eduardo los nombres de las personas que conspiraban para secuestrarlo, a cambio de 30 mil dólares. Eduardo dijo a la policía que la llamada de Laureano-Arvizu lo sacudió al principio, pero finalmente lo tomó como una amenaza vacía.

Sin embargo, tres semanas después, el 8 de junio de 2007, Eduardo conoció a una hermosa mujer en una cafetería en Chula Vista. Dijo que coqueteó con la otra, y ella lo invitó a su casa. Los policías dicen que Eduardo fue a su casa esperando a tener relaciones sexuales, pero fue recibido por unos matones que le dispararon con una pistola Taser, lo derribaron, lo esposaron, y lo encerraron en una habitación pequeña durante ocho días.

Un día después, los presuntos secuestradores de Eduardo, obligaron a llamar a su familia con una demanda de rescate de dos millones de dólares.

La familia de Eduardo decidió llamar a la policía para pedir ayuda. Cuatro días después, el 15 de junio de 2007, Los Palillos llamaron para acordar la entrega del rescate. Al día siguiente, el FBI instruyó a uno de los miembros de la familia para que entregara a los secuestradores la cantidad de 193 mil dólares en un maletín equipado con un dispositivo de rastreo oculto, fue así como siguieron a Jorge Rojas-López y Juan Francisco Estrada Gonzales en un gran almacén

A las 5:50 pm el 16 de junio, a Eduardo se le permitió llamar a su familia para ofrecer una "prueba de vida" y la demanda de ellos de que querían más dinero por el rescate. Mientras tanto, los policías fueron tras los secuestradores que andaban de "shopping", los siguieron  por aire y tierra hasta una lujosa casa de Chula Vista.

Previendo que en este lugar estuviera cautivo Eduardo, los agentes del SWAT rodearon la casa y rápidamente aprehendieron a seis secuestradores y rescataron a Eduardo Tostado, quien más tarde declaró que sus captores se jactaban de secuestrar y torturar a personas en los Estados Unidos.

Rojas-López y Estrada González-fueron condenados por secuestro extorsivo en diciembre de 2008 y fueron condenados a cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional.

Otros dos secuestradores, David Valencia y Raúl Rojas Gámez, se declararon culpables. El dominicano Carlos Peña y José Olivera-Beritan siguen en espera de un juicio. Juan "Chaquatin" Laureano-Arvizu, el hombre que dejó la nota en la casa de Eduardo, logró escapar. Los policías dicen que Laureano-Arvizu es uno de los varios miembros de Los Palillos que todavía es buscado por el secuestro de Eduardo, así como otros miembros de la pandilla por otros delitos, como Luis Eduardo Monroy, quien apenas hace un mes fue visto en Puerto Vallarta.

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