Por Jorge Olmos Contreras
Importado de Puebla pero con raíces en el Estado de México,
donde formó parte del autodenominado grupo “Fuerza Mexiquense” al que también pertenecía
el tabasqueño Juan Carlos Peralta Cabrales, el “maestro” Everardo Ramírez
Castellanos, hasta la semana pasada Director de Comunicación Social del
Ayuntamiento de Puerto Vallarta, enfrenta serios señalamientos por el extraño
robo de dos aparatos que tenía bajo su cuidado, pero que ahora se sospecha, él
mismo los hurtó.
Ever, como todos le decían en las oficinas de comunicación
social, se convirtió en la comidilla de todos los días en los pasillos de la
presidencia municipal por sus constantes faltas a trabajar y sus inventos de
muertes de parientes para ausentarse por largos días de sus deberes, al grado
de que llegó a mentir para simular el fallecimiento de su progenitora con tal
de irse de vacaciones.
Con los días, comenzó a relucir la verdad de sus ausencias,
pues Everardo Ramírez se soltó el pelo en Puerto Vallarta y exhibiendo su
condición homosexual a todo lo que da, le dio vuelo a la hilacha de su vida
licenciosa para descuidar su trabajo al frente de la Dirección de Comunicación
Social.
Francamente a nadie le importa su orientación sexual, pero
cuando sus preferencias no heterosexuales son determinantes para descuidar un
trabajo público, entonces sí que todo lo que haga al frente de un puesto
oficial es criticable, porque está (estaba) devengando un salario que se paga
con los impuestos de todos los vallartenses y no es justo que se destine dinero
del presupuesto para que el señor Ramírez Castellanos se vaya todos los días de
antro a los mejores bares Gay de la ciudad.
EL DESPIDO
La semana pasada, el alcalde Salvador González Reséndiz se
cansó de las faltas, fallas, indolencia e incompetencia de Everardo Ramírez y
le pidió la renuncia, es decir, lo despidió sin que hubiera de por medio ningún
tipo de aviso, el cese fue fulminante.
La puntilla fue una fotografía que se publicó en el portal www.noticiaspv.com y que reproducimos en
este espacio, donde aparece “Ever” semidesnudo de la cintura para arriba y
dormido sobre el escritorio de la oficina de comunicación social.
Semejante imagen de un funcionario “trabajador” dicen que
impactó a Chavita, quien sin dudarlo ordenó que despidieran al maestro poblano.
Pero “Ever” ya traía una serie de señalamientos en su contra,
como la presunción de que se auto robó tres instrumentos de trabajo de la
Dirección de Comunicación Social, una cámara fotográfica, un radio de brazo y
una computadora laptop.
LAS MENTIRAS
Existen pruebas de cómo “Ever” simuló los robos y presentó un
escrito a la contraloría donde “avisaba” que le habían hurtado los aparatos,
pero como el contralor, Miguel Ángel Rodríguez Curiel le dijo que el documento
no servía para nada, que era necesario que presentara una denuncia ante el
Ministerio Público, Everardo Ramírez se dio la media vuelta y ante la
posibilidad de que lo descubrieran en la mentira, pidió a uno de sus empleados,
José de Jesús López Torres, mejor conocido como Furcio, que fuera a la
delegación de la Procuraduría de Justicia a presentar la denuncia por robo.
El producto robado es una cámara que vale nueve mil pesos y
que Ever compró con recursos del Ayuntamiento, pero que misteriosamente
desapareció de un coche oficial.
En el primer escrito que presentó también al síndico
municipal el 18 de julio, Everardo Ramírez afirmó que a uno de sus empleados le
robaron el aparato fotográfico, que lo sustrajeron del carro tipo nissan tsuru
asignado a comunicación social.
Pero para sorpresa de todos, el coche no presenta ningún tipo
de daños, no le forzaron la chapa ni le rompieron los vidrios, ni nada que
indicara el ilícito, además de que el auto no lo usa Furcio, sino el fotógrafo
Ramón Casillas.
LAS DECLARACIONES DE
FURCIO
El reporte, a todas luces falso y mentiroso, no pasó, como
dijimos, en la contraloría porque no se lo aceptaron; entonces Ever, 27 días
después, mandó a Furcio a la PGJ a declarar cosas falsas, tal y como se puede leer en el acta 3222/2012
levantada por la Agente del Ministerio Público Bertha Alicia Pablo de la Cruz
el pasado 13 de agosto, donde le hacen saber a José de Jesús López Torres las
penas y sanciones en que incurren quienes declaran con falsedad ante una
autoridad en pleno ejercicio de sus funciones.
Furcio dijo ser soltero, tener 20 años, estudios máximos de
secundaria y domicilio en calle Tíbet número 371 de la colonia Agua Azul y sobre
el hurto, afirmó que el martes 17 de julio (ojo entre la fecha del supuesto
robo y el de la denuncia) a las 20:00 horas llegó a su domicilio, estacionó el
auto nissan color banco número económico CO-5 placas JDJ1677 propiedad del municipio
asignado a la Dirección de Comunicación Social y que en ese momento tenía a su
resguardo.
Luego, en el escrito que ya llevaba preparado, sostuvo: “Al
intentar entrar al vehículo me percaté que este se encontraba abierto,
recordando que una noche antes lo había asegurado. Al revisar me percaté que
faltaba una cámara fotográfica digital marca Nikon modelo D5100 con número de
control interno DP9344092 serie 3085118 y un radio de brazo número de control
Li 018 modelo DK9138826 los cuales estaban guardados dentro del vehículo. Debo
señalar que las chapas no fueron forzadas ni rotos los cristales”.
LA COMPUTADORA QUE SE
ESFUMÓ
Lo más grave de todo es que esta no es la primera vez que
Everardo Ramírez Castellanos presuntamente simula robos para quedarse con cosas
que pertenecen al patrimonio municipal, como el ocurrido el año pasado cuando
también se le “extravió” una computadora portátil a la que sólo le cambió la
imagen de la solapa y que seguía llevando a la oficina de comunicación social.
De hecho, en la foto que alguien tomó y filtró al periodista Mauricio Lira
Camacho, se pueden observar dos lap tops;
todo sería checar los números de serie para constatar que se trata de una de
las robadas hace un año.
Pero como la vida licenciosa cuesta mucho dinero, sobre todo
para un empleado que gana un sueldo de director, Everardo Ramírez comenzó a
idear formas para allegarse unos pesos extras en su puesto de titular de la
Dirección de Comunicación Social.
Así las cosas, hace días se vio en la penosa necesidad de
querer vender la gaceta municipal –publicación del Ayuntamiento que es
totalmente gratuita—a unas personas del Fideicomiso del Estero del Salado, a
quienes les pedía cuatro mil pesos por un juego de ejemplares.
Mintió al argumentar que no había dinero en el Ayuntamiento y
que la impresión de las gacetas municipales les costaba eso, cuatro mil pesos.
En su ambición, Ever cometió un error, pues les prometió a los solicitantes que
les extendería un recibo oficial por la venta de dichas revistas. Los del
Fideicomiso del Estero han regresado varias veces, pero Everardo ya no sabía
qué hacer para atenderlos, pues no tenía idea cómo le iba a hacer para otorgar
un recibo sin que lo descubrieran.
Y es que se presume que antes ya había vendido varias veces
la gaceta municipal a quien se dejara o ignorara que la publicación es gratis y
se tiene que entregar a quien la solicite.
Total que Everardo Ramírez se dejó llevar, él sí, por el
canto de las sirenas –o más bien de los tritones que pululan en los antros
gay—y dejó que el ambiente nocturno de Vallarta se lo tragara, al grado de
presentar un visible estado deteriorado de salud y un descuido personal
evidente.
Everardo Ramírez fue traído a Vallarta por otro no menos
licencioso Juan Carlos Peralta, a quien le debemos funcionarios irresponsables
y ladrones como su cuate Ever.
INFORMACION
CLASIFICADA
POR CIERTO, HAY QUIENES
NO DISIMULAN HABERLE METIDO LA MANO A LOS RECURSOS DEL AYUNTAMIENTO, como el tabasqueño, Juan Carlos
Peralta, quien ya se dio el lujo de poner una fonda en la colonia Lázaro
Cárdenas.
Con el dinero que se echaba con la impresión de lonas y
pendones, cualquiera se vuelve restaurantero, a ver cuánto le dura el gusto.
PARA QUIENES DECIAN QUE
RAFAEL YERENA ESTABA ACABADO Y QUE SUS DIAS ESTABAN contados al frente de la FTJ de la
CTM en Jalisco, qué equivocados estaban. Yerena ofreció una comida a los
periodistas de Puerto Vallarta el pasado viernes en el salón “Fernanda” del
hotel Velas Vallarta donde su convocatoria fue impresionante, digna de un líder
político que, en las buenas y en las malas, en la victoria y en la derrota,
sigue siendo Rafael Yerena, con todo y su peso político que es indiscutible…
aunque a muchos les duela y les enferma.
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