Por Jorge
Olmos Contreras
Una auténtica pesadilla es la que
están viviendo decenas, quizá cientos de personas que le apostaron a un sólo
proyecto político y en este pusieron todas sus esperanzas, todo su futuro
económico y toda su reputación. Son muchas las historias de lo que podríamos
llamar la visión de los caídos, que en una ciudad media como Puerto Vallarta,
se traduce en el choteo, la carrilla, las burlas y a veces en algo más que
esto.
Desde luego, los que ganaron todavía
traen la borrachera del triunfo y en este escenario comienzan a tropezarse con
la cruda realidad y a cometer errores de
párvulos que están ya empañando la victoria del Mochilas.
Por ejemplo, el sábado pasado la
gente del alcalde electo se puso una
alcoholizada en cierto lugar de Nuevo Vallarta de donde varios de los
colaboradores más cercanos de Ramón Guerrero salieron rebotando por el exceso
de tragos y aún con la ebriedad encima manejaron hasta Vallarta. Por fortuna,
no se registró ningún accidente, pero de inmediato surgieron los celos y las
inconformidades de los que no fueron invitados.
En la comida del sábado, afloró el
estilo que Ramón Guerrero adoptará en el
gobierno municipal como alcalde, ya que entre trago y trago les leyó la
cartilla a sus muchachos. De entrada, les advirtió que deben tener cuidado con
la prensa. Que no los quiere ver dando entrevistas ni de protagonistas –léase
Susana Carreño y Humberto Gómez--, que deben ser humildes, aunque a todos les
entró por un oído y les salió por el otro, ya que si algo ha caracterizado al
equipo del Mochilas en estos días es la soberbia y en ocasiones hasta la
prepotencia.
TIANGUIS DE PUESTOS PUBLICOS
Muchos andan ofreciendo puestos a
diestra y siniestra y otros presumen tener amarrada tal o cual dirección. Uno
de ellos es Santiago Centeno, quien ya soltó entre sus allegados ser el próximo
Oficial Mayor Administrativo, mientras que otros han soltado rumores en el
sentido de que el próximo contralor del Ayuntamiento será el periodista Jesús
Manuel Díaz Zurita, algo así como el “zar anticorrupción” del Mochilas.
Otros andan tan perdidos que acuden a
los eventos públicos para presentarse como regidores electos –cuando aún no
toman protesta ante el pleno ni entran en funciones, ya que el nuevo gobierno
comienza el primero de octubre próximo--, como Otoniel Barragán, el único
miembro del Partido del Trabajo que fue incorporado a la planilla de Ramón
Guerrero, quien en días pasados pidió que lo nombran como asistente a un acto
público del Ayuntamiento.
Semejante resbalada (de Otoniel) dio
pie a otra no menos bochornosa, pues al interior del equipo del Mochilas ya
habrían designado al regidor panista-mochilista, Héctor Gallegos, para que les
de cursos de capacitación a los nuevos regidores electos, lo cual provocó las
carcajadas de más de un panista, ya que si alguien ha sido verdaderamente burro
como edil en el pleno del actual cabildo es precisamente Héctor Gallegos,
superado solamente por las dos yeguas de bronce del Ayuntamiento, Hortensia
Rodríguez y Arely Guerrero.
LAS MOTIVADORAS
Imaginen ustedes a Arely y a
Hortensia dando cursos de debate político, interpretación de leyes de
aplicación municipal o ya de menos de personalidad, incluyendo el buen gusto de
cómo vestirse y comportarse o hablar… No pues de plano todos reprobarían, pues
estas regidoras sólo saben cómo levantar la mano para aprobar puntos de acuerdo
o desacuerdo, porque ni siquiera saben cómo vestirse o peinarse.
Héctor Gallegos sólo serviría para
enseñarle a Otoniel y a otros (no creemos que sea el caso de Beto el del
Infonavit) la mejor manera de darse un encerrón con una periodista fantasma en
un buen hotel de la ciudad, porque de leyes, gramática y dicción, está frito,
es otro burro de marca.
Pero eso no es todo, ya que las
consecuencias de las malas decisiones que en campaña se tomaron, pese a que
ganaron, se pueden revertir tarde o temprano, ya que hay casos muy graves que
no deben soslayarse, como el del médico Luis Munguía –padre del regidor electo
y amante de los antros y las menores de edad, Luis Ernesto Munguía
González—quien se dedicó a consultar y a recetar a pacientes en las “Mochi
farmacias” pese a tener un problema con la Dirección de Profesiones del Estado.
De confirmarse un trascendido en el
sentido de que Profesiones del Estado le habría retirado la cédula por
supuestos antecedentes de dependencias, estaríamos ante un caso mucho más
grave, ya que El Mochilas lo utilizó para extender recetas de medicamentos a
gente de escasos recursos.
LOS PERDEDORES
Mientras tanto, damos entrada a una
serie de anécdotas que traen por la calle de la amargura a quienes perdieron
todo con el triunfo del Mochilas. Una de ellas es la “cosmetóloga” Mago Ortiz,
quien todavía se lamenta haberse endeudado con la adquisición de una camioneta
de lujo –que pagaría en cómodas mensualidades con su sueldo de regidora—que
tendrá que regresar porque no logró entrar al cabildo al perder el PRI.
La que seguramente va a regresar por
su carro del año –que ya había devuelto—es Candelaria Villanueva, quien le
apostó al Mochilas desde la elección interna del PAN y compró camioneta del
año, pero al perder Mochilas y salir de Acción Nacional, Cande se empobreció y
devolvió el mueble. Hoy la vida la pone donde hay, por lo que no tardaremos en
verla con coche nuevo.
Mago Ortiz es todo un caso aparte,
primero coqueteó con el Movimiento Ciudadano, donde le ofrecían un lugar en la
planilla, pero ella sólo utilizó este argumento para chantajear al PRI y que
finalmente la aceptaran en la planilla del Archi. Al final se quedó como el
perro de las dos tortas. Dicen que hasta chorro le pegó del coraje y que sigue
llorando su mala decisión.
En cambio, las que deben estar risa y
risa son su hermana Soledad Ortiz, Tita Dueñas, Gloria Palacios, Jhované Monge
y Laurel Carrillo… Otra que se debe estar jalando las greñas y verde del coraje
es Elisa Ramírez Ruelas, pues en la interna del PAN iba en la tercera posición
de la planilla de Ramón, incluso mucho se dijo que por gente como ella perdió
el Mochilas, y tras el cambio de timón y de partido ella no se quiso arriesgarse
y terminó cediendo su lugar (la obligaron) al chismoso Beto del Infonavit. Y aunque ahora le den la dirección del DIF o
la Proveeduría, nada se compara con una regiduría, ¡cosas de la vida!
Otro damnificado es el invidente y
empleado del ayuntamiento Omar Arce, quien para garantizar la chamba regalaba
su tiempo escribiendo una columna en El
Sol Siempre Libres, desde donde pretendía ser una copia barata de Rodrigo
Aguilera, ya que en plena campaña se dedicó a denostar al regidor más
mochilista, Héctor Gallegos y al propio Ramón Guerrero, todo para cuidar su
chuleta con los del PRI, ahora el pobrecito de Omar, además de ciego quedó mudo.
Entre los damnificados también está
el mismísimo Fernando González Corona, el amo del bisness, ya que ahora le
falló al poner sus canicas a favor del Archi; incluso los priistas se la
pasaban presumiendo que el otrora alcalde panista les había dado una jugosa
aportación para su campaña, y en cambio mandó a la fregada a los mochilistas cuando
fueron a pasarle la charola… ahora le saldrá mas caro obtener beneficios para
sus empresas.
Ojalá y el Mochilas no enloquezca con
el poder y permita la entrada de gente nociva a su proyecto; esos que siempre
jugaron doble con Ramón Guerrero, como Agustín Ortiz, quien desde que perdió
Mochilas la interna del PAN sacó a su hermano Israel de la planilla de Ramón (iba
como síndico), quien tuvo que invitar a Roberto Ascencio a la sindicatura. Ahora
Ascencio es síndico electo, mientras que Israel no es nada. Ahorita se debe
estar dando de topes.
Por la mismas andan gente como
Armando Rodríguez (quien le cobró rentas atrasadas al Mochilas de una forma muy
agresiva) que ahora andan muy pegados a Ramón Guerrero; o como Leonel Rivera,
Oscar Montiel y hasta Toñita la panista, pero que antes no querían saber nada
del diputado.
INFORMACION CLASIFICADA
LA QUE DE PLANO ENLOQUECIO CON LA DERROTA DEL PRI FUE Bertha Alicia López Álvarez, quien
pasada la elección y aún con los ojos hinchados regresó al trabajo –es la
encargada de la Oficina de Enlace de Pasaportes—y la agarró contra las
empleadas que según ella (ni que fuera adivina) votaron por el Mochilas y no
por el PRI, como con Dalia Margarita, una secretaria a la que de inmediato puso
a disposición del Oficial Mayor Administrativo porque ya no la quería ahí.
No sabemos si logró su propósito,
pero querían mandar a Dalia a las oficinas de la biblioteca de Mojoneras, que
es a donde canalizan a todas las secretarias que castigan o quieren correr.
La famosa Peggy se vio mal, ya que
pese a hacer negocio con la oficina –ahí tiene a su hija y a su sobrina para
vender tramites a los incautos—ahora la agarra contra los empleados. Bertha iba
a ser regidora con Archi y ahora está a punto de quedar desempleada.
Y HABLANDO DE GANADORES, QUIEN TAMBIÉN SE VINO A RELAJAR a esta bahía el fin de semana fue el
virtual gobernador electo, Aristóteles Sandoval, incluso se paseó en yate. Los
que tuvieron la suerte de verlos nos comentaron que no lo acompañaba su esposa
Lorena Arriaga, sino otra dama que por cierto esta embarazada… ¿sería Gloria
Rojas?
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