lunes, 16 de abril de 2012

EL PAN EN VALLARTA, AL BORDE DEL ABISMO... QUIÉN TRAICIONÓ A QUIÉN...


Por Jorge Olmos Contreras... Sin el menor rubor en su rostro, el presidente nacional del Partido Acción Nacional (PAN), Gustavo Enrique Madero vino a Puerto Vallarta a tratar de enderezar un barco que parece ser que ya nadie lo salva de irse a pique antes de que inicien las campañas constitucionales para elegir presidente municipal. Y es que si alguien es responsable de la situación que atraviesa el blanquiazul en este puerto, ese es Gustavo Madero y José Espina von Roehrich, el titular de la Comisión Nacional de Elecciones.

Fue Gustavo Madero quien permitió un desaseo generalizado en la impugnación que hizo el diputado (todavía panista) Ramón Guerrero Martínez, que terminó con la anulación del proceso interno de Acción Nacional en Puerto Vallarta y donde la membresía eligió en democracia al ex director del Seapal, Humberto Muñoz Vargas.

Ramón Guerrero se fue a la Ciudad de México para engañar con encuestas sacadas de la manga a Gustavo Madero y persuadirlo para que ordenara a la Comisión Nacional de Elecciones que anulara la elección del caso Vallarta.

El Mochilas tenía en su nómina quincenal a varias personas a quienes les pedía que se fueran a las colonias populares a “levantar” encuestas sin ningún método científico. Entre otros estaban Iris Ulloa y Carlos Alberto Murguía Cibrián, quienes le entregaban cuentas alegres a Ramón Guerrero sin ningún fundamento que permitiera indicar que, en efecto, estaba muy alto en las preferencias electorales, pues todo era falso.

UN DURO GOLPE

Por ello, Madero dudó en darle la razón a Ramón Guerrero, pero una vez que el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación tuvo en sus manos la impugnación y ordenó al CEN del PAN que resolviera en 48 horas lo que tuviera que resolver, Gustavo Madero se arrugó y en vez de actuar con inteligencia para tomar la decisión que menos afectara a su partido de cara a los comicios locales, se fue por la más fácil y no obstante a que el tiempo para registrar planillas estaba ya próximo, pidió que se anulara todo el proceso, con lo que le dio un severo golpe al PAN en Puerto Vallarta, un golpe del que, muchos observadores y analistas políticos coinciden, ya no se levantará.

Hoy el desanimo, la confusión, la traición y la mentira es lo que predomina en las filas panistas, por lo que es importante que resurja un líder natural que explique a los militantes y a los ciudadanos en general qué es lo que realmente sucedió para acallar falsas aseveraciones que se han originado, sobre todo, en los equipos de Ramón El Mochilas Guerrero y en lo que queda del de Luis Michel Rodríguez.

Una de las grandes mentiras de Ramón Guerrero, por ejemplo, es la que insisten en manejar, en el sentido de que el Tribunal Electoral le dio palo a Humberto Muñoz y la razón al Mochilas, ya que el Tribunal simple y sencillamente tomó la impugnación y al no encontrar ninguna violación a los derechos político electorales de Ramón, sólo le pidió al CEN del PAN que resolviera conforme a sus estatutos y reglas de la convocatoria.

En este sentido, el que no estuvo a la altura para tomar una decisión correcta fue Gustavo Madero, que dejó en manos de la Segunda Sala de la Comisión Nacional de Elecciones –sala que preside Sergio Alejandro Arellano Sánchez—el resolutivo y fueron los consejeros de la misma, María Esperanza Morelos Borja y Verónica Pérez Herrera, junto con Arellano, quienes concluyeron en la anulación del proceso Vallarta.

OPERACIÓN CICATRIZ, EN DUDA

Ante tal determinación, el directamente afectado, Humberto Muñoz Vargas interpuso un recurso de reconsideración y finalmente le dieron su constancia de candidato el pasado viernes 13 de abril en un evento a puerta cerrada en el hotel Sheraton de esta ciudad, pero el daño ya estaba hecho y la operación cicatriz se antoja imposible.

Y es que el golpe mediático y político fue lo suficientemente duro como para sembrar la duda y desconfianza entre los panistas y sus simpatizantes quienes, ahora profundamente confundidos, no saben ni ellos mismos por quién van a votar; por lo que el voto duro de Acción Nacional ya está en entredicho.

Sobre todo, porque a la vuelta de los días surgen versiones reales del juego de traiciones que se dio entre los equipos que contendieron en la elección interna, donde los que se llevan el trofeo de los más traidores son los que integraban el del profesor Luis Michel Rodríguez.

Para entender el “fenómeno de crecimiento” de Luis Michel debemos regresar al momento en que se filtró y después se confirmó la información de la lista de las personas que integraban la planilla del Mochilas, toda vez que en ese momento abandonaron el proyecto de Ramón Guerrero más de 50 personas que decidieron aliarse a Luis Michel.

LA CORTESANA AZUL

Entre otros, estaba un tal Mónico Cervantes y un panista recalcitrante y acelerado de nombre José de Jesús Quintanar Villalvazo, quienes se entendieron a la perfección con otro no menos acelerado, Jesús Rodríguez, hijo de Luis Michel. Entre los tres, dieron al traste a días y semanas de negociaciones y hoy son todo menos gente respetable y respetada en el PAN.

Entre la bola de Luis Michel, estaba un infiltrado de Ramón Guerrero, el arquitecto Oscar Montiel, por lo que comenzaron a persuadir al profesor de que les convenía aliarse al proyecto del Mochilas y ahí comenzaron las platicas.

Una de las juntas se llevó a cabo en el restaurante Las Adelitas de Fluvial Vallarta, ahí los gritos y los sombrerazos no se hicieron esperar, sobre todo porque Oscar Montiel le reclamó a Luis Michel el hecho de llevar a las reuniones a sus cuatro hijos, que los arreglos eran con él no son sus cachorros. Ahí estaban como avanzada del Mochilas Arturo Gradilla y Arturo Dávalos, además de Guillermo Salcedo, pero no se llegó a nada por la postura tonta y soberbia de los hijos de Luis Michel y la cerrazón de Quintanar Villalvazo.

José de Jesús Quintanar empujaba a Luis Michel a que se comportara como toda una cortesana azul, que vendiera caro su amor. De esta manera, el 15 de febrero, tres días antes de la elección interna del PAN, buscó a Humberto Muñoz Vargas, a quien le pidieron varias posiciones en la planilla y tres direcciones en el próximo Ayuntamiento, a lo que el ex director del Seapal les dijo que les daba chamba a todos, pero ninguna dirección y mucho menos sacrificaría a ninguno de los que iban en su planilla.

EL FACTOR QUINTANAR

Cuando Quintanar escuchó a Humberto Muñoz, hizo un gesto de desaprobación y obligó a Luis Michel a pararse, junto con Mónico Cervantes, para abandonar inmediatamente el lugar. La batuta a nombre del grupo, sin consultar a nadie, la había tomado Quintanar Villalvazo.

Lo que seguía era fácil adivinarlo. Prepararon el terreno para sentarse con el Mochilas, lo cual sucedió el viernes 17 de febrero en el área de descanso del hotel Sheraton, donde repitieron la operación que habían hecho con Muñoz Vargas, le brindaban todo su apoyo –más de 50 votos—a cambio de que les diera entrada en la planilla y les garantizara por lo menos tres direcciones, a lo que el Mochilas se negó rotundamente.

Soberbio y autosuficiente, Ramón Guerrero no sabía que con su cerrazón estaba escribiendo su derrota, y que los traidores que estaban en su mesa lo volverían a traicionar la noche del sábado 18, pues desde la casa de campaña de Luis Michel –allá por la macro plaza—el mismo hijo del profesor Michel, Mónico Cervantes y Quintanar hicieron todas las llamadas que pudieron dando instrucciones para que su equipo dejara en blanco la tercera opción de las boletas de votación por si había segunda vuelta, tal como sucedió.

Antes, durante las negociaciones, dicen que Quintanar se levantó meciendo la cabeza diciendo que ya no querían nada con El Mochilas, que se iban con las manos vacías. Estaba enojado y su enojo lo convirtió en venganza y con ello orilló a Luis Michel al pantano de las traiciones, además de desplazarlo como líder del grupo, o lo que quedaba del mismo.

Pero en el pecado llevaron la penitencia, porque llegaron a creer que ellos (Luis Michel) ganarían la contienda interna, por ello, cuando vieron que al contar los votos de la segunda vuelta ganó Humberto Muñoz Vargas, casi se desmayan. A Roberto Ascencio, el abogado, se le iba un color y otro en su rostro.

Ahora, esos mismos traidores del PAN –que ya se quedaron completamente solos, pues el equipo de Luis Michel se reduce a Quintanar, Mónico Cervantes y los hijos del profesor—buscan cobijo en la campaña de Fernando Guzmán Pérez Peláez, presumiendo que son un grupo numeroso, cuando lo que realmente quieren es una chambita y seguir jugando con la traición por delante.

Una prueba de ello, es que el sábado por la noche hubo una reunión clandestina de panistas resentidos en lo que era la casa de campaña de Luis Michel, encabezada por Roberto Ascencio Castillo –quien va como candidato a síndico en la planilla del Mochilas, pero ahora en el Partido del Movimiento Ciudadano—para convencer al “numeroso grupo” del profesor Michel para que se vayan del PAN y apoyen a Ramón Guerrero.

Apenas un día antes, estos mismos traidores de la causa blanquiazul, estuvieron apoyando los mítines del candidato del PAN al gobierno del Estado, Fernando Guzmán.
Lo que no saben, es que el CDM del PAN ya trae la lista de los panistas desleales para iniciar el proceso de expulsión. Al menos, Diego Monraz ya anunció que El Mochilas será expulsado de ese partido.

INFORMACION CLASIFICADA

AL MENOS TRES EXPEDIENTES QUE INVOLUCRAN EN HECHOS GRAVES E ILEGALES al candidato del PRI a la diputación federal del 05 distrito, Rafael González Reséndiz, están listos para salir a la luz pública en los próximos días. Uno de ellos habla de un accidente de uno de sus empleados de su empresa de Las Mojoneras, otro, sobre un pleito con otro trabajador que casi le embarga un costoso terreno, y uno más sobre un contrato ilegal que involucra a su esposa y a sus suegros con la firma Electro Domésticos de Vallarta S.A de C.V.

EL ALCALDE SALVADOR GONZALEZ RESENDIZ NO SE QUEDA ATRÁS, pues fue designado receptor exclusivo de los dineros que empresarios y particulares de Vallarta donen a la campaña de Jorge Aristóteles Sandoval, y se tiene la desconfianza en el equipo del candidato a gobernador, que se está quedando con el 70 por ciento de las aportaciones. Lo mismo que hizo un tío de Chavita en su campaña para alcalde.

LO ESCRIBIO EN SU FACEBOOK LA REPORTERA NOEMI ZAMORA... “MUY MOLESTA CON EL PRI, o los priistas, o quienes pegaron calcas en mi auto... Es una total falta de respeto hacer esto sin el consentimiento de los dueños de los autos. ¿Solo porque fui a uno de sus eventos a trabajar como reportera tienen derecho a pensar que todos comulgan con sus candidatos y pueden pegar calcas? Ya quité dos y me falta ésta que está muy duro de despegar, tendré que hacerlo con una navaja, a riesgo de levantar la pintura... HONESTAMENTE SON CHINGADERAS. MÁS RESPETO PARTIDOS POLITICOS (TODOS) Y SUS SECUACES”.

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