Por Jorge Olmos Contreras
Los “dinosaurios” que controlan y manipulan
el Fideicomiso de Turismo (FIDETUR) de Puerto Vallarta, no sólo no han
corregido el rumbo de este organismo que trabaja con fondos provenientes del
Impuesto sobre Hospedaje, sino que han aumentado su rapacidad en cuanto al uso
que le dan a los recursos que aportan todos los hoteleros, en una vorágine de
intereses donde sólo unos cuantos se benefician con los eventos de promoción
aprobados previamente por el Comité Técnico.
Por Puerto Vallarta, la mayoría de los
empresarios de la industria del hospedaje apoya todo tipo de eventos que
signifiquen publicidad nacional e internacional del destino, otorgan cortesías
de hotel, alimentos y otros apoyos logísticos en forma gratuita, pero no todos
jalan parejo, ya que algunos sólo ven el beneficio personal o cómo allegarse
unos cuantos miles de pesos. En otras palabras, utilizan la plataforma del
Fidetur para hacer negocios particulares.
Un claro ejemplo de esta rapacidad la
representan los hoteles Velas Vallarta y su propietario al mando, Juan Vela,
quien junto con otro grupito que tiene años incrustado en el Comité de
Mercadotecnia (directa o indirectamente, pero siempre aparece en la toma de
decisiones) sigue succionando los recursos del Fideicomiso a discreción… Y van
por más.
Y mire usted si no:
Resulta que del 19 al 23 de mayo pasados se
llevó a cabo un evento denominado “Top Mundial de Aeroméxico 2017” para
reconocer la labor de agencias de viajes de todas las regiones donde la
aerolínea tiene presencia. Asistieron 243 representantes y el Fideicomiso de
Turismo les ofreció un coctel el sábado 20 de mayo.
Para esta importante reunión de agentes de
viajes, varios hoteles otorgaron cortesías de hospedaje y también alimentos y
otras atenciones, pues se trataba de agasajar de alguna manera a estas personas
que también venden el destino Puerto Vallarta.
Hasta aquí todo iba muy bien, pero a
alguien, dentro del Fideicomiso, se le ocurrió elegir el Club de Playa de Casas
Velas (de los hoteles Velas Vallarta) para que fuera en este lugar el coctel
ofrecido a los agentes de viajes.
Cualquiera en su sano juicio pensaría que
Velas Vallarta también aportaría cortesías para agasajar a los invitados; pero
resulta que no. Que el patrocinio del coctel y la atención a las agencias de
viajes tuvo un costo de casi medio millón de pesos que ahora se lo quieren
endilgar al Fideicomiso.
De acuerdo a información a la que el reportero
tuvo acceso, la empresa de Juan Vela quiere cobrar 494 mil pesos por los
siguientes conceptos derivados de la atención a los agentes de viajes:
1.- 245 mil 232 pesos por el coctel de
bienvenida en Casa Velas.
2.- 204 mil 435 pesos por traslados.
3.- 22 mil 272 pesos por 30 regalos de
cuadros de alambre.
4.- 14 mil 616 pesos por 30 regalos de
cuadros de máscara.
5.- Cuatro mil 524 pesos en 60 bolsas de
protección.
6.- Dos mil 955 pesos en “Gastos
Operativos”.
Como podrá observarse, Juan Vela se despacha
con la cuchara grande y no sólo cobró 245 mil 232 pesos por los tragos y
canapés que “patrocinó” a los agentes de viajes, sino que también puso en
operación una flotilla de vehículos (se ignora si fueron camionetas del hotel
Velas o taxis subarrendados) para trasladar a los invitados, y por lo cual
pretende cobrar otros 204 mil 435 pesos.
Tampoco explica a quién le compra cuadros
de alambre, cuadros de máscara ni bolsas de protección, ni mucho menos a quien
se le tienen que pagar los llamados “gastos operativos”.
Lo más grave de todo esto y que debe ser un
llamado de atención para el Comité Técnico –que es la máxima autoridad del
Fideicomiso—es que el señor Juan Vela, coludido con el Porfirio Díaz del
Fidetur, Luis Ángel Cantú Treviño, no solicitaron el visto bueno del organismo
de promoción para gastar esa cantidad de dinero en el “patrocinio del coctel”,
pero ahora sí, en cambio, pretenden que les aprueben el gasto erogado y les
extiendan un cheque por el monto antes citado, que asciende a casi medio millón
de pesos.
Las cosas ya estaban mal en el Fidetur,
pero se comenzaron a descomponer aún más con la llegada a la Dirección de un
sujeto “importado” de Cancún de nombre Javier Aranda, cuya arrogancia e ínfulas
de poder se pueden ver a distancia y cuyo arribo de lo debemos al mismísimo
Luis Ángel Cantú, quien lo presume como una lumbrera, como un tipo que sabe
mucho de turismo y otras linduras.
No se conoce mucho de Javier Aranda, sólo
que un tiempo estuvo en España y que hasta hace poco tenía un trabajo en
Cancún, pero nadie conoce bien sus cartas de presentación, ni de su trayectoria
ni de su perfil. Sin embargo, es otro de los dedos chiquitos de Cantú, quizá
por eso se está permitiendo que al interior del Fidetur, personajes como Juan
Vela (que es amiguísimo de Cantú junto con Fernando González Corona, sus
verdaderos amos) primero ofrezcan cocteles “patrocinados” y después quieran
cobrar un jugoso cheque.
Lo correcto es que el Comité de
Mercadotecnia de luz verde a cualquier “patrocinio” de este tipo, y que
posteriormente lo apruebe el Comité Técnico para que ya vaya etiquetada una
cantidad de dinero a gastar, y no al revés.
Desde luego, hay molestia entre algunos
hoteleros, porque mientras ellos sí aportan noches cuartos gratis y regalan
algunas comidas, cenas o desayunos para invitados especiales que promocionan
Puerto Vallarta como las agencias de viajes que venden las rutas de Aeroméxico,
otros como Juan Vela sólo le quieren hincar el diente a los recursos del
Fideicomiso, aprovechándose de que controlan y manipulan a su antojo a Luis
Ángel Cantú.
Y eso no es todo estimado lector, espere
usted a enterarse de los sueldos que ganan los ejecutivos, empleados y
recomendados del Fideicomiso de Turismo, para que se indigne y pugne, como
nosotros, para que se acaben las mafias dentro de este organismo de promoción.
Sólo un dato como adelanto, el tal Javier
Aranda (que sustituyó a Agustín Álvarez Valdivia en la Dirección del Fidetur),
exige que le paguen un sueldo de más de 100 mil pesos mensuales.
No cabe duda que nos siguen vendiendo
espejitos.
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