Por Jorge Olmos Contreras
Totalmente indefensos, sin ninguna dependencia de gobierno que los proteja, ni algún diputado que los apoye, ni mucho menos un abogado que les ayude a tramitar un amparo –porque la Suprema Corte de Justicia de la Nación los declaró improcedentes por no considerar a la CFE una autoridad--, decenas de comerciantes en Puerto Vallarta están padeciendo el hostigamiento de personal al mando del superintendente, Benjamín López Estrada, quienes aplican multas a su antojo (sólo por suponer que un medidor está mal) y posteriormente cortan el suministro de energía eléctrica, aunque el usuario esté al corriente de sus pagos bimestrales.
Tampoco las cámaras empresariales como la Canaco o la Canacopeq, que sólo cobran cuotas por afiliación y por el llamado Sistema de Información Empresarial Mexicano (SIEM), están auxiliando a los pequeños comerciantes que están sufriendo el atropello de la Comisión Federal de Electricidad.
El atropello viene del ingeniero José Guadalupe Pérez Isiordia y es solapado por el superintendente de la zona Vallarta, Benjamín López Estrada, quienes mediante un “programa de verificación de suministros”, envían a la calle a técnicos prepotentes que sin ningún aviso previo llegan a domicilios particulares y comercios en general para “detectar” anomalías y posteriormente le dejan a los indefensos usuarios multas estratosféricas de varios miles de pesos, sólo porque ellos presuponen que el usuario estuvo consumiendo energía de más y que por esa razón la CFE le facturó menos dinero, por lo que de inmediato le hacen un cálculo de hasta dos años atrás y le advierten que tiene un plazo de tres días para aclarar el asunto o en su defecto, liquidar el adeudo cuanto antes, so pena de cortarle el suministro.
Hay restaurantes a cuyos dueños les han aplicado multas de más de 80 mil pesos por una presunción de “anomalía”, pero nunca les entregan un dictamen técnico de cuál era la irregularidad, sólo les dicen que el medidor estaba mal puesto, que había una conexión indebida o que se estaban robando la energía, por lo que tiene que aclarar o pagar en esas 72 horas.
Desde luego, tampoco la Cámara de Restaurantes hace algo al respecto para frenar estos abusos.
ROBO EN DESPOBLADO
Lo más indignante de este robo a nombre de Benjamín López Estrada, es que cuando los usuarios afectados van a las oficinas de la CFE en la colonia 5 de Diciembre, los atienden dos secretarias de lo más burocrático que pueda haber, déspotas ellas, que no solucionan nada y al final les dicen que tienen que pagar las multas o se les va a suspender el servicio.
Los usuarios jamás pueden llegar con el superintendente López Estrada, es imposible, no los atiende; tampoco les dan la opción de pagar esas multas desproporcionadas a dos años como lo establece el Reglamento de la CFE, ni mucho menos le informan con detalle qué fue lo que encontraron en su medidor como para hacerse acreedores a semejante atropello.
En los últimos 30 días, ya son varios pequeños comercios que han dejado de trabajar y cerrar sus puertas porque les han cortado la energía eléctrica sin poder defenderse. El caso se está agravando al registrarse pérdida de empleos y daños a los negocios, ya que una tienda de abarrotes que está al corriente de sus pagos a la CFE, pero que le inventaron una multa y después le cancelaron el suministro, el dueño tiene que soportar el coraje y la pérdida de sus productos perecederos.
UN BOTÓN DE MUESTRA
Un claro ejemplo de estas medidas –que se ignora si son consentidas por el director nacional de la CFE--, sucedió a un pequeño comerciante de la calle San Salvador, número de servicio R.P.U. 494110503361, a quien el pasado 15 de mayo le cayeron técnicos de la Comisión para multarlo, dizque por un falla de medición, pues el registro (medidor) estaba sin engranar.
Por esa supuesta falla, los técnicos supusieron que del 08 de mayo del 2012 al 15 de mayo del 2014, “le hayamos facturado menor energía a la que realmente consumió, razón por la que hemos calculado un ajuste a su facturación que arroja una diferencia de nueve mil 917 pesos”.
El usuario acudió a la CFE, les dijo que él renta un pequeño local comercial, que jamás se dio cuenta que el aro del medidor estaba mal puesto, que estaba al corriente de sus pagos, que paga cuando mucho mil 600 pesos bimestrales de luz, que se le hacía injusto semejante multa; que además, no le avisaron cuando llegaron a supervisar el medidor y que él, no les había autorizado a que se llevaran el medidor para instalarle uno digital; pero todo fue en vano, no quisieron escucharlo y ayer lunes 16 de junio, regresaron los técnicos a cortarle el suministro de energía, es decir, lo dejaron totalmente indefenso.
Esta víctima de la CFE, nos comentó: “Imagínate, pago dos mil 500 pesos de renta mensual por este pequeño local, no uso mucha energía; toda la noche y parte de la tarde el lugar está cerrado; no hay aparatos que consuman energía como refrigeradores ni nada de eso, y ahora me salen que a fuerza tengo que pagar más de nueve mil pesos, pues de dónde”
Y agregó: “Mejor me tragué mi coraje y tuve que cerrar, porque sin energía no puedo trabajar, yo arreglo hidro lavadoras, de la poca chamba que me cae, y así no se puede, ahora de qué me voy a mantener”.
“Cuando tú rentas una casa o un local, no te andas fijando si el medidor tiene el aro o está bien o mal engranado, pero los de la CFE llegan y presuponen que tú eres el culpable y te ponen la multa que ellos quieren, sin informarte en qué se basan para aplicar la sanción ni cómo es que hacen sus cálculos de dos o tres años atrás, es increíble lo que está sucediendo y que nadie nos ayude”, subrayó el usuario cuyo nombre se reserva por razones obvias.
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